Mercedes
Masriera; "Valdanzuelo"
... La Bendición
de los Campos era otra de las fiestas
de guardar, marcada por el calendario, el 3
de mayo, concretamente, el día de la
Cruz. En esta fecha, tras la misa, que había sido anunciada por medio
de las campanas volteadas al unísono, se iniciaba una solemne
procesión con todas las insignias, incluidos la bandera y el pendón.
En esa procesión se iba recitando un "ora pro nobis", hasta
un lugar de las inmediaciones del pueblo, lugar en el que el sacerdote,
hisopo e incienso en mano, bendecía los cuatro puntos cardinales del
término. Puntos hacia los que van dirigiéndose los fieles
arrodillados, cantando y orando...
Ese lugar de las inmediaciones no era otro
que la
Cruz, también llamado en ocasiones por
los lugareños el Calvario. Parece ser que en ocasiones se realizaba una
procesión en
forma
de Via Crucis hasta esta Cruz, escenario tomado por el Calvario o
Gólgota donde fue crucificado Jesucristo. Sin duda, lugar privilegiado
desde el que divisar los cuatro puntos cardinales y bendecir los
campos.
Con la bendición de los campos, lo que se
pretendía era alejar los peligros potenciales en forma de heladas
tardías que mataran el trigo en flor, tormentas y granizadas, riadas,
vendavales y en definitiva cualquier elemento imprevisto que destruyera
las cosechas base de su economía.
Cuatro cruces de cera,
previamente bendecidas, se iban colocando en los cuatro costados de una
cruz de madera, cruz que siempre
permanecía en aquel lugar como testimonio de esta consagración.
Sin embargo, la procesión y el ceremonial que ésta conllevaba, no
siempre transcurría con normalidad, pues en muchas ocasiones las
condiciones atmosféricas lo impedían. Si había lluvia, el sacerdote
utilizaba la capa como montera y los feligreses, tanto hombres como
mujeres, se calaban hasta los huesos...
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