J.A.Hernansaz
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| Una
nevada en enero de 1999. Casi siente uno frío al contemplar esta
imagen. Antes, la nieve era un visitante obligado cada invierno y la
nieve adornaba el paisaje durante días. Ahora ya no es tan fácil ver
el blanco elemento alfombrando Valdanzuelo.
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Los
árboles se han quedado completamente desnudos. Las nubes están bajas y
la humedad de la niebla se condensa en las ramas formando gotas. La
naturaleza aparece en blanco y negro junto a la
Sima.
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La
niebla hace que los árboles parezcan figuras espectrales, solo aquello
que está en primer plano es perfectamente visible, mientras que lo más
lejano aparece difuminado como un sueño junto a
la Mostaza.
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Los
ocres, grises y marrones se han adueñado del paisaje. Hace viento y
corren nubes cada vez más oscuras y amenazantes. Hace mucho frío
junto al Recuenco. Semeja el
lugar más inhóspito del mundo.
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| Mañana
del 25 de Diciembre. Como presente de Navidad,
el Manadero nos regala una de sus mejores galas. Las últimas
lluvias lo han desbocado, es un momento único de contemplar. El
caudal decrecerá notablemente en cuestión de días.
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El
invierno se manifiesta claramente a través de cielo y árboles.
Los de hoja caduca quedan desnudos y las nubes, incluso en días
no demasiado fríos, tienen un aspecto muy propio. Así es en la chopera
junto a la Quintanilla.
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El
otoño ha sido muy lluvioso pero el invierno, sobre todo los días
previos a esta foto, aún más. Es el Duero
a su paso por Langa, con las lluvias
se ha desbordado inundando las choperas de las orillas. Sucedió
en el invierno de 1996.
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En
ocasiones, la bruma, el frío, la desnudez de sus hojas... da a los
árboles un aspecto un tanto siniestro. Los chopos a la salida del
pueblo bien podrían formar parte del paisaje en una película de terror
a juzgar por esta imagen.
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| El
Manadero en una fría mañana
de invierno. El agua al brotar tiene una temperatura diferente de la del
ambiente. Resulta curioso ver cómo "humea" creando una
misteriosa neblina en el inicio de su recorrido.
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Las
lluvias habían sido generosas aquel invierno. La Mostaza
corría por Valdanzuelo. Pero
pocas veces la veremos así. El agua corre peligro de desbordarse por el
pueblo. Obsérvese que pega en la parte superior d el puente.
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Por
si alguien dudaba, aquí tenéis una ampliación. Como podéis ver, tras
el paso por el puente el caudal es tan abundante que rebosa por las
orillas. Tal vez este puente debería ser ensanchado, por si acaso una
crecida da un disgusto.
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