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A Valdeperal

 

 
Dificultad; escasa. Recorrido; circular o ida y vuelta. Precauciones; Excepto al principio y al final no hay apenas sombras. Agua en Valdeperal. Gafas de sol, crema y sombrero en verano.
Tiempo; 2 horas. Más si lo tomamos con calma  y curiosidad. Desnivel; Unos 80 metros.
Longitud; 3,5 km.
Características; Valdeperal es un lugar de leyendas y cierto misterio. Si lo deseamos podremos ir y venir por el mismo sitio, si no tenemos la opción de cruzar el llano y volver por la Tejera. El llano posee una vista preciosa y sobre todo el atardecer, siempre espectacular. El ascenso es lento y casi inapreciable. 

En este recorrido de nuevo nos introducimos por uno de los valles estrechos y solitarios de Valdanzuelo. No son, exceptoA la izquierda del valle según caminamos a Valdeperal al final, grandes paisajes pero sí peculiares y muy concretos. Es decir; únicos. Los veremos aquí y poco más y por eso, por su exclusividad, merece la pena disfrutarlos.

Nuestro paseo comienza saliendo por la pista de tierra que va hacia Languilla. La primera parte del trayecto coincide con la ruta del agua y podemos disfrutar de este tramo si así lo deseamos. El camino coincide hasta justo llegar a la bifurcación que hacia a la derecha, nos lleva a la Quintanilla. En esta ocasión seguiremos rectos, dejando la chopera a nuestra derecha. Nada más dejar atrás estos chopos, estamos ya en el valle que nos llevará a Valdeperal.

Actualmente, de lo que fue o pudo ser Valdeperal, tan solo queda unaLlano de Valdeperal y Ermita en ruinas desde la Peña del Buitre. ermita o pequeña iglesia en ruinas. Seguramente fue un pueblo habitado en su momento, pero lo que pudieron ser sus calles y plazas, están hoy aradas y sembradas y solo las piedras labradas, ladrillos y monedas encontradas, dan fe de que seres humanos debieron habitar estos pagos en su día. Al respecto de por qué ya no queda población en este lugar existe una leyenda, leyenda recurrente que es utilizada para explicar la despoblación de otros pueblos, de los que nadie recuerda ya cuándo quedaron abandonados.

Hubo una boda en Valdeperal, los novios invitaron a la celebración a todo el pueblo, excepto a una anciana solitaria con fama de bruja. El día de la celebración, la anciana despechada por ser la única no invitada, elaboró un brebaje con el que envenenó el pozo del agua del que todo Valdeperal bebía. Así, murieron todos menos la vieja, quedando el pueblo deshabitado.

También cuenta la leyenda, que una de las campanas de la parroquia de San Bartolomé procede de la ermita en ruinas de Valdeperal.

Las Ruinas de la ErmitaLo que sí es cierto, es que la vida en este llano debía de ser dura. El pueblo que se levantó, se hallaría a una altura cercana a los mil metros, completamente desprotegido de viento, lluvia y sol, con lo que todos los elementos lo azotaron a su antojo. Apoyado en las recias paredes de la ermita, no puedo uno evitar ver las calles y los rebajes en el terreno de forma cuadrada, que tal vez fueron las casas que hoy han desaparecido, aunque la mayoría del terreno esté sembrado e imaginar a aquellos hombres y mujeres protegiéndose de los elementos. Este llano también recibe el nombre de El Páramo, rica tierra de cultivo para cereales desde tiempo inmemorial. Tanto El Páramo como la Ermita de Valdeperal pasan la frontera provincial y se hallan por muy poco en tierras segovianas.

Como ocurre en tantos sitios, quién sabe cuántas piedras salieron de aquí para levantar casas en Valdanzuelo o Languilla, porque excepto las de la Ermita, tal vez respetadas por su sagrada condición, no se ven demasiadas para haber habido una población, aunque recogidas en montoneras. Seguramente se limpiaron para cultivar después el terreno.

Aliagas en flor llegando a Valdeperal.Una vez dejados atrás los chopos seguiremos el camino de tierra sin hacer caso de desvíos que conducen a tierras de labor, de hecho apenas adentrados en el sendero tenemos a nuestra izquierda un desvío, éste nos lleva por el barranco de Valdecuadrajón hasta el llano de Valdeperal, hasta el Páramo, e incluso hasta la Ermita, pero bastante más alejados. Solo cuando el camino asciende hallaremos una bifurcación realmente importante, porque aunque no lo veamos estamos ya en Valdeperal. Si seguimos por el lado derecho, ascenderemos al llano y tendremos la Ermita a nuestra izquierda. Nosotros subiremos por el lado izquierdo y así observaremos unos pilones con agua para que el ganado abreve.

Unos metros más arriba, por tradición y por cambiar sustancialmente la vegetación, era donde se situaba el pozo de agua del que bebía Valdeperal. Hace unos años se decidió buscar ese agua en este lugar y realmente apareció al poco de profundizar. Es de ese antiguo pozo del que se nutren estos pilones, en cuanto lo veamos sabremos por ese cambio de vegetación, de qué lugar estamos hablando. A nuestra derecha quedará la Ermita si hemos escogido este desvío de los pilones.

Llano de Valdeperal o El Páramo, la Sierra de Ayllón nevada al fondo .Arriba la vista es preciosa, al fondo vemos la misma sierra que desde la Peña del Buitre, la Sierra de Ayllón, pero mucho más cercana y mucho más de frente. También podemos ver la Peña del Buitre y un extenso llano que contemplar. Si venimos de la ciudad esta extensión de terreno puede resultarnos ciertamente chocante. Acostumbrados a estar rodeados de edificios y chocando nuestros ojos siempre con algo cercano, tenemos de pronto una amplitud de visión que incluso puede resultar un tanto inquietante en principio por la sensación de desamparo que produce, pero relajante en cuanto nos acostumbramos tras un rato contemplando el hermoso cielo abierto.
Si hemos decidido hacer el camino a la tarde, podemos ver aquí la puesta del  sol, tenemos tiempo de sobra hasta que desaparece la luz y se haga noche cerrada de regresar a Valdanzuelo. La puesta de sol es aquí la más espectacular de las que podemosAtardecer en Valdeperal. contemplar en todos los alrededores de Valdanzuelo. Hay otras igualmente hermosas, como desde la Cercona o en el Recuenco... pero aquí es como contemplarla en cinemascope.

Para regresar podemos elegir por volver por donde vinimos, pero si somos atrevidos y con buen sentido de la orientación o vamos con alguien que nos guíe, una buena opción es la de atravesar el llano e ir a parar a la Tejera para volver desde aquí. En este caso no es recomendable esperar al atardecer... por si acaso. O buscar el camino que nos llevará hasta el hermoso y amplio Barranco de la Camella que enlaza rápidamente con el camino de la Tejera.

 

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