El Burgo de Osma 

Gastronomía, pueblo, historia, monumentos. (Soria)

 

 
Tipo; paisaje y cultural, gastronómico. Distancia desde Valdanzuelo; Entre 40 ó 50 Kms. ¿Qué ver? Sin duda la Catedral, aunque no debemos dejar de pasear sus calles y visitar otros monumentos señalados.
Características; La cercanía a Valdanzuelo lo convierten en una visita obligada. Junto con Aranda de Duero es una de las dos poblaciones medianamente grandes más cercanas. Aunque sin duda Aranda es mucho mayor. Tenemos todos los servicios para disfrutar de la estancia. 

Necesariamente, una visita de cierto tiempo a Valdanzuelo debe llevar asociada un paseo por el Burgo de Osma. Sería una insensatez no acercarse a conocer el lugar. Su famosa Catedral es motivo más que suficiente, pero no único, ya que incluso aunque no existiera su seo, el resto de la villa merecería la pena ese desplazamiento. De hecho, ha sido la totalidad de su población la que fue declarada Bien de Interés Cultural como Conjunto Histórico Artístico, por la Junta de Castilla León en el año 1993.

La Plaza de la Catedral.Merece la pena un paseo lento y pausado desde la Plaza Mayor, hasta la Plaza de la Catedral. En ese paseo podemos admirar la típica calle castellana con sus soportales, bajo ellos se cobijan tiendas algunas de productos propios de la tierra, y bares, tabernas y restaurantes de sabor añejo en las que dar sosiego a la sed y el hambre con un resultado más que cumplido. Aunque primero debería andarse en un sentido y en otro admirando sus fachadas, antes de introducirnos en una de ellas. Para el visitante de primera ocasión, particularmente grato, casi por sorpresa, resulta el asomarse al final de este trecho caminando de la Plaza Mayor hacia la Catedral. Doblar la esquina y admirar la hermosa plaza que se nos abre, al tiempo que vamos adquiriendo perspectiva para presenciar la fachada de la seo, y su torre barroca, es un insospechado placer al que no se ha de renunciar en ningún caso.Una imagen del Beato.

El interior de la Catedral es maravilloso, de una coqueta hermosura. El retablo mayor es obra ni más ni menos que de Juan de Juni en madera tallada. La biblioteca posee documentos y manuscritos de gran valor, siendo el más famoso el Beato de Burgo de Osma, datado en 1086. Las visitas pueden ser guiadas y realmente merece la pena recibir una explicación ante los tesoros de todo tipo que contemplaremos y su historia.

Una visita detenida a la Seo y su conjunto no ha de despistarnos de una aproximación a otros monumentos.

La Torre de la Catedral y el lienzo de la muralla en la noche.La muralla, sirvió para defender la ciudad y tras sus muros queda la parte medieval de la ciudad. Levantada en el siglo XV por el obispo Pedro de Montoya solo conserva una de sus puertas, visible a la derecha de la calle Mayor según nos dirigimos por ella hacia la Catedral, es la Puerta de San Miguel. Distintos carteles distribuidos por ella nos aportarán datos en nuestro recorrido.

Una de las construcciones extramuros, es decir; fuera de la protección del recinto amurallado por no poder este contener el crecimiento de la ciudad, fue el Convento del Carmen, cuyas obras se terminaron en el XVII, su iglesia es un claro prototipo de la orden carmelitana.

El Palacio Episcopal se encuentra en la Calle Mayor y muy próximo a la Catedral, residencia del obispo, posee una portada propia del gótico tardío enmarcada por un alfiz (típico recuadro del arco árabe) de reminiscencias árabes.

La Universidad de Santa Catalina es otro de los edificios que se hubo de construir fuera de la muralla. De mediados del XVI destacan su portada presidida por la escultura de Santa Catalina y su hermoso patio.

El Hospital de San Agustín preside la Plaza Mayor y parece ser el origen de ésta. Actualmente está dedicado a centro cultural. Detenerse frente a su fachada y contemplarla tranquilamente es un paso previo muy agradable antes de dirigirse por la Calle Mayor a la Catedral.

No hemos mencionado todas las posibilidades, pues también podemos visitar el Real Hospicio y el Seminario, sin olvidar la silueta enmarcada en lo alto de un cerro del Castillo de Osma, testigo de las luchas contra los árabes y después entre los poderosos de Castilla. Asimismo no se han de olvidar las diversas posibilidades gastronómicas que ofrece la ciudad, toda una suerte de restaurantes surten de la oferta propia de la tierra a quien quiera preciarse de haber deleitado sus manjares. Se han hecho famosas en los meses de invierno, las jornadas gastronómicas de la matanza. Si uno tiene la previsión de reservar mesa con mucho tiempo de antelación, podrá sentarse a degustar un abundante picoteo de los muy diversos y típicos productos gastronómicos obtenidos del cerdo.

El Burgo de Osma es asimismo cabeza de puente estratégica para otras excursiones y dispone de numerosos alojamientos variados para hacer noche. Una última recomendación es la de que no dejéis de pasear junto a las murallas y el río, el parque es exquisito y digno de ser recorrido sin apremio.

 

 

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