No
hace falta una gran preparación ni botas de montaña para recorrer este
parque natural. Los barrancos por los que surge el río han dado lugar a
una fauna rica y abundante, animales que se dejan observar a nuestro
paso.
Entre la fauna podemos observar
buitres leonados en abundancia, anidando, posados entre los riscos o
sobrevolándonos, pero no están solos. Alimoche, halcón peregrino o
águila real entre las rapaces tienen aquí su hábitat, más cercanos
al agua cárabo y martín pescador.
Lejos del agua encontramos la
sabina como principal árbol, más cercanos al lecho del río sauces o
chopos, aparte de juncos y espadañales.
En el Ojo
de la Fuentona nace el río Abión.
Todo este paraje está lleno de nacederos, fuentes y surgencias
estacionales. Su naturaleza caliza lo favorece. Seguramente recoge las
aguas de la sierra situada un poco más alta, la Sierra
del Umbriazo y las canalizaciones subterráneas la llevan
hasta la zona más baja, donde la máxima representación de una de
estas salidas es el Ojo de la Fuentona.
Muy probablemente, todo este entramado de corrientes subterráneas y
afloramientos sea el que se repita en Valdanzuelo,
aunque en una escala más reducida (ver fuentes).
El manantial del que surge el
agua ha sido estudiado, ya que su
amplitud permite el paso de los buceadores, e incluso se llegó a grabar
un par de episodios del programa de TVE
"Al filo de lo imposible", grabación que les
llevó unos tres meses.
De momento se sabe de una
galería con 203 metros de recorrido y una profundidad máxima de -54
metros. Acaba en una cueva a la que solo se puede acceder buceando y que
lleva a otro sifón, a otra galería inundada por la que asciende el
agua desde las entrañas de la tierra. Se ha llegado a recorrer 250
metros con una profundidad de -100 metros y la galería continuaba...
tal y como podéis apreciar en el gráfico. Seguir explorando se torna ya muy complicado y quizás solo sea posible
introducir algún tipo de robot autónomo que continúe más allá,
hasta averiguar el origen primigenio de estas aguas...
La
Cascada es una caída sumamente hermosa pero escurridiza de
admirar. Son
tantos los lugares por los que el agua se esconde bajo tierra en una
zona como esta, que solo en periodos muy lluviosos o tras la caída de
tormentas abundantes puede observarse este espectáculo, por eso es casi
un privilegio muy ocasional que nuestra visita coincida con actividad en
la Cascada, así que valorémoslo en
su justa medida si es que nos sucede. No obstante, el camino se halla
jalonado a nuestra derecha por sucesivos riscos en donde podemos
contemplar a las aves rapaces muy cercanas, tanto que con unos
prismáticos podremos apreciar todos los detalles. Llegados al Ojo
de la Fuentona, lugar en el que nace el río Abión,
podemos caer en la tentación de pensar que las aguas son poco
profundas, pero es un efecto ciertamente engañoso provocado por la
transparencia de las mismas.
Los animales del lugar están tan
habituados al paso de los seres
humanos que no salen huyendo fácilmente, si uno presta atención
durante el recorrido resulta fácil contemplar diversos tipos de aves,
lagartos, culebras de agua, ranas y por supuesto abundante vida
piscícola dentro de unas aguas sumamente cristalinas. No obstante, unos
paneles situados junto al Ojo, nos informan de la diversa y abundante
vida animal que se da en el lugar.
|