Dificultad;
baja. |
Recorrido;
circular. |
Precauciones;
en
verano agua y crema protectora, pues no hay apenas sombra en todo el
recorrido. |
Tiempo;
una hora, dos
o más con mucha tranquilidad. |
Desnivel;
unos 100
metros. En la Cercona llegaremos a los 1.035 metros de altitud. |
Longitud;
2'5 km. |
Características;
es un
recorrido elevado en buena parte, las vistas son magníficas. Posibilidad
de contemplar hermosos atardeceres. No olvidar la cámara, de fotos o de
vídeo. |
A los pies de la Cruz en la Cercona Desde los pies de la Peña del Buitre Bajando nuestra perspectiva
La reciente instalación de esta cruz, realizada en madera de enebro, nos permite asomarnos con otra perspectiva desde la Cercona. Es verano, pero las recientes lluvias han dejado un aspecto renovado en el campo. Al fondo la Sierra de Ayllón cargada de nubes.
Es primavera. El verdor de esta estación lo cubre todo y nos detenemos un momento en la carretera para observar hacia lo alto. Contemplamos la Peña del Buitre, el tiempo amable y el paisaje reverdecido nos hace ver con mejores ojos estas rocas. A medida que ascendemos, el camino nos va mostrando maravillas y el paisaje cambia. También nuestra perspectiva y la altura nos deja ver espectáculos que desde el fondo del valle nos eran casi ajenos, como esta acumulación de nubes. Efectivamente, una vez en lo alto del llano comprobamos que nuestra atalaya se convierte en un perfecto mirador que nos permite contemplar a la vez la arboleda donde se ubica la Sima, las Mochas y la Sierra de Ayllón cubierta de una borrasca. Una imagen tomada desde el mismo lugar pero con la cámara apaisada nos dejar ver un poco más para situarnos mejor, acercándonos al Manadero. En esta imagen, la Cruz de enebro es la protagonista y bajamos el punto de vista para contemplar solo aquello que se encuentra a la misma altura o por encima. El resultado no deja de sorprender... Un buen lugar para excitar nuestro espíritu religioso. Incluso en los mapas topográficos del Instituto Cartográfico Nacional aparece su silueta. Es una pena que esta construcción de aspecto recio haya perdido su techumbre y lentamente se vaya viniendo abajo. Desde el umbral de lo que fue la entrada al corral, giramos nuestra vista hacia la Sierra de Ayllón. Hubo un tiempo en que segando los campos en el mes de agosto uno podía volver sus ojos a la Sierra y contemplar un penacho blanco aún iluminando las cimas. El cambio climático ha limitado esa vista a finales de mayo o muy primeros de junio en el mejor de los casos... Ya hemos comentado que los atardeceres desde Valdeperal o desde la Cercona son mágicos. Explicarlo y transmitirlo a quien los desconoce es muchas veces complicado, por suerte contamos con imágenes como esta que nos pueden servir de ayuda. No hay mucho más que comentar... Solo contemplarla. Desde Valdanzuelo, la silueta de la Cercona recortada contra un cielo lluvioso o amenazante de lluvia, resulta siempre inquietante. No puede uno evitar pensar como será encontrarse ahí arriba en tan poco propicias circunstancias. El sol, la lluvia, el viento, el frío... siempre parecen multiplicarse en el llano. En esta ocasión el sol aparece un momento e ilumina las vetas ocres del monte.
A los pies de la Cruz en la Cercona
La reciente instalación de esta cruz, realizada en manera de enebro, nos permite asomarnos con otra perspectiva desde la Cercona. Es verano, pero las recientes lluvias han dejado un aspecto renovado en el campo. Al fondo la Sierra de Ayllón cargada de nubes.
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