La Antillera

 

 

 
Al igual que en el resto de "complejos acuíferos" de Valdanzuelo, en la Antillera no encontraremos una sola fuente sino varias cercanas en metros y recorrido. No destacan en cambio por la abundancia de su caudal, pero sí por la persistencia del mismo.

Si salimos de Valdanzuelo en dirección a Cenegro, pasaremos a nuestra derecha el Manadero. Seguiremos andando unos metros y llegaremos a un lugar en que continúa la carretera asfaltada y a nuestra derecha surge una pista de tierra. Cogeremos esta pista de tierra que conduce hacia un nuevo valle; el de la Antillera.
Antes de llegar al Manadero y a nuestra izquierda en la carretera asfaltada, queda una fuente ya perdida, fagocitada por la vegetación y del estilo de las que vamos a ver en la Antillera; era conocida por el nombre de la Fuente Blanca, una pequeña hoya a pie de monte que siempre disponía de un diminuto charco de agua cristalina pero que no llegaba a correr nunca. Sin embargo, resultaba suficiente para que las caballerías pudieran echar un trago.

Si seguimos y tomamos ya la pista de tierra y apenas entramos en ella, queda otro a nuestra izquierda otro de esos manantiales míticos del pueblo que ya solo recuerdan los mayores; el Tolillo. Desaparecido hoy día por efecto del ¿cambio climático? ¿sobreexplotación de aguas subterráneas? ¿causas geológicas naturales?...
Lo que sí es cierto es que hace muchos años que no brota y que su recorrido ha sido, una vez más, arado. Nacía, según parece, en el mismo borde del monte a ras de suelo, en años extremadamente lluviosos y cuando ya lo había hecho el Manadero, aunque siguiendo el sentido natural de las aguas esté por delante de la Fuente de la Mostaza.

Fuentes de la AntilleraA escasos metros de la pista de tierra y cruzando el campo de cereal, subiremos apenas unos metros la ladera del monte y pronto los hallamos. Resulta curioso que un estrecho sendero conecte las distintas fuentes que se extienden a semejante altura por esta ladera, probablemente es el trasiego de jabalíes, corzos, zorros... en busca del líquido elemento.

El lugar tiene un cierto parecido con la fuente de la Costanilla, no se ve si no conoce su ubicación aunqueFuentes de la Antillera está a pocos metros y una vez en él tiene una cierta anchura.

Sigamos por esta pista de tierra. A medida que nos alejamos de la carretera asfaltada la soledad se va haciendo evidente, estamos en otro mundo. Podemos oír, si hace buen tiempo, el constante canturreo de pájaros posados en las encinas que nos circundan y quizás incluso antes de la primera curva, observar los corzos pastando.

Es en el lado izquierdo del valle donde hallaremos no la mayoría de fuentes, sino todas, caminaremos por tanto atentos hacia ese lado. No olvidemos que el lecho del valle está cultivado, no quedan pues senderos que nos conduzcan con claridad a los manantiales. Nada más entrar en el lado izquierdo ya tenemos dos fuentes, una de ellas muy similar en características a la Costanilla. Comprobaremos cómo un angosto sendero enlaza por la ladera los diversos manantiales.

La siguiente referencia pueden ser los pilones hace años construidos para abreve del ganado. Unos pocos metros antes de esos pilones debemos observar en la ladera del monte, una zona con vegetación más verde y frondosa, entre medias de ella veremos una curiosa formación de escalones que retrepa la ladera. Ha llegado el momento de cruzar justo al otro lado del valle que caminamos, son apenas unos metros, pero debemos atravesar una tierra de labor que dependiendo de la estación del año, constituirá una tarea más o menos difícil.

Escalones primera fuente de la AntilleraLos "escalones" forman parte de lo que ha sido siempre el manantial en sí. El agua brotaba en el escalón superior y rezumaba gota a gota hasta los sucesivos escalones. Situados en la cabecera, podíamos contemplar unos cuatro o cinco charcos bajando la ladera del monte. Cuando llegaban los rebaños de ovejas, consumían estos charcos y había que esperar cierto tiempo paraEl agujero donde se esconde el agua volver a verlos nutridos.

Actualmente, solo hay agua y semioculta en el agujero del que nacía el agua. En apariencia ha ido cayendo tierra hasta cegarlo, quedando la salida Un plano más general de la primera fuente. natural del agua represada. Si se despejara, probablemente volveríamos a ver la sucesión de pequeñas charcas...

Aún hay otra fuente en la Antillera. De esta primera surge un pequeño sendero que nos lleva hasta una roca en mitad del camino, no lo veremos hasta que estemos justo encima. El agua surge de entre las rocas y cruza el pequeño sendero.2ª fuente de la Antillera

Abajo a nuestra derecha podemos ver los pilones que en su día, mediante una tubería, esta fuente llenaba con su chorrillo. Hoy día la canalización está perdida y a pesar de brotar no llega hasta ellos. Como se ve en la foto, el agua aparece bajo una roca, décadas atrás, el agua surgía de bajo otra roca superior y caía por encima de la piedra que aparece en la imagen. Aún podemos apreciar el surco dejado en ella por este tránsito anterior. Ahora en cambio aparece por la parte inferior.

Este pequeño chorro se pierde de nuevo entre las siguientes piedras, por lo que la fuente apenas tiene un recorrido de medio metro.

Anteriormente, ninguna de estas dos fuentes se secaban y hoy día poseen cuando brotan un caudal inferior al que tuvieron años atrás. Sin embargo, la belleza de este lugar por su extraña soledad, con sus rocas, sus encinas, sus fuentes y sus corzos, está fuera de toda duda.

 

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