Un artista en Valdanzuelo

Nace en Madrid en 1970. Cursa la licenciatura de Empresariales, obtiene el título de piloto de aviación privado, empresario experimentado, experto en prevención de riesgos laborales, domina el inglés y la música es su vocación, que le fluye espontáneamente sin haber cursado estudios de música.

Completamente autodidacta Utiliza las nuevas tecnologías para su música; sintetizadores, sampler, herramientas de producción y masterización con los que él compone, toca, graba y produce sus propios temas.

Su primer CD se titula Nanuna que autoeditará y con el que intentará abrirse camino en el panorama musical. Hace especial hincapié en la melodía, al contrario de la tendencia actual y su música siempre resulta agradable de escuchar.

En el verano de 2004 y 2006, Antonio Tobajas visita Valdanzuelo. La visita no le resulta indiferente, incluso le produce un impacto cierto. La consecuencia es, que alguien que se expresa a través de la música no puede evitar que las sensaciones que le produjo aquella visita queden reflejadas en su obra.
     

Elige tu tema y escucha un fragmento
 
Zephyrae
Belle Shade
Econviction
 

 

 

   

- ¿Cómo defines tu música?
- Si te refieres al género eso lo dejo para los demás. Sé qué música me gusta hacer pero no sabría decir en dónde debo clasificarla. Me agrada acercarme a los diferentes estilos e instrumentos dándole después mi toque. No tengo porqué encorsetarme pero ya hay quien la ha definido como una mezcla de "chill out", "ambient" y "new age" que es como decirlo todo y nada a la vez.
- ¿Tocas tú todos los instrumentos?
- Yo no dispongo de músicos trabajando para mí... No me importaría pero por el momento no dispongo de esos recursos, por lo tanto utilizo la tecnología para suplir esa carencia. Quiere decirse que todo cuanto oyes en uno de mis temas está tocado por mí.
- Vamos, que tú en un directo...
- Tendría que clonarme.
- ¿De qué te inspiras?
Un paseo por el Páramo en plena tormenta de verano
- Imagino que de tener los ojos y el corazón bien abiertos, aunque al final lo más importante es la fase de trabajo puro y duro. La inspiración es un momento, un instante al que luego hay que dar cuerpo y forma a base de mucho tiempo y dedicación.
- ¿La naturaleza te inspira?
- La belleza que de por sí posee la naturaleza no es algo que me resulte ajeno. Su contemplación si no te inspira directamente, te relaja, te renueva, te insufla vida y eso te lleva a tener la mente despejada para crear y trabajar.
- ¿Y la naturaleza de Valdanzuelo te inspiró?
 - Evidentemente, para empezar mi visita a Valdanzuelo se realiza en verano y en vacaciones. Ya sabemos que la conjunción de ambos predisponen el espíritu a absorber novedades, a dejarse llevar, a la locura de los sentimientos... En ese sentido Valdanzuelo no fue diferente para mí, conocí nuevos amigos y nuevos paisajes. Pero centrándonos en el paisaje éste resulta muy peculiar en Valdanzuelo. Ello se reflejó en alguno de mis temas.
- ¿Por qué crees que es peculiar?
- La tierra caliza, los montes, la vegetación de escasa altura como las encinas, la abundancia de fuentes en un terreno seco en apariencia... pero no me refiero solo a eso. Un paseo por el llano de Valdeperal en plena tormenta de verano me hizo sentir y experimentar cosas que o bien había olvidado o bien no había llegado a tener.
- ¿A qué te refieres?
- Bueno, en ese paseo por ejemplo, caminamos por un estrecho valle en el que si te detenías no se oía nada. Eso ya resulta impactante para alguien que viene de ciudad, pero es que además si no gritas demasiado al hablar vas encontrándote todo tipo de animales que están a sus anchas, puedes ocultarte un poco y permanecer observándoles tranquilamente, incluso en ocasiones ellos te observan a ti durante unos instantes antes de seguir su camino. De pronto te sientes integrado con el resto de la Creación, formas parte del Todo.
Por otro lado en cambio, estás allí arriba, en aquel llano inmenso y admiras en soledad toda aquella extensión de terreno y en un momento dado te das cuenta de que ves, es decir; tienes extensión de cielo y tierra para contemplar. Vimos cómo se nos acercaba una tormenta, cómo llegaban las nubes, más densos acá, más claras allá, los relámpagos y sus truenos hasta que llovió y nos mojamos. Fuimos casi protagonistas, testigos privilegiados de las fuerzas de la naturaleza. En Madrid apenas habríamos visto nada y enseguida nos habríamos cobijado, allí empaparnos fue como algo natural.

- ¿Entonces piensas volver?
- Desde luego, espero que conserve su encanto durante mucho tiempo, el suficiente como para regresar y encontrarlo igual de hermoso.

Si quieres saber más y comprar el CD:
https://myspace.com/antoniotobajas/music/songs

 
     


 valdanzuelo@yahoo.es