El agua, su origen, conservación y ahorro.



El agua y Valdanzuelo

El agua es un elemento esencial para la vida. Puede parecer una perogrullada, pero agredimos de tal forma a dicho líquido que más que una obviedad innecesaria, semeja una frase hueca, vacía de contenido. La usamos como si constituyera un recurso infinito cuando es todo lo contrario. En Valdanzuelo además, el ciclo del agua se hace patente de un modo brutal. Si llueve se recargan los acuíferos y manan las fuentes, si no es así se secan. Si llueve habrá cosecha, si no no se podrá ni sembrar.  

El Manadero en un buen año de lluvias.El agua que allí bebemos está bajo nuestros pies, a no muchos metros. Basta cavar o asomarse a cualquiera de los pozos ya excavados y aparece cercana y cristalina. El trato que le demos al suelo que pisamos afectará directamente a la calidad y pureza del agua que beberemos.  

Habitar el mismo suelo que alberga nuestra agua es un riesgo. Esa agua reposa entre capas de rocas.  No corresponde a un río subterráneo con una corriente que renueva constantemente el líquido. Se llama capa freática.  Cuidemos nuestro suelo y lo que arrojamos en él. Será lo que terminemos bebiendo. Lo explicamos en otra página de esta web.  Cuanto más herbicida o pesticida echemos en él, más terminará en nuestro organismo.

El agua forma parte importante del entorno en Valdanzuelo. No es un mero elemento decorativo, sino que dada la naturaleza caliza del terreno resulta un actor configurador del paisaje. El agua es en buena medida responsable de que este lugar tenga el aspecto que tiene. Continúa además su labor moldeadora. 
El agua ha movido en Valdanzuelo, molinos y batanes, ha servido para regar los huertos, surtía de berros las ensaladas y las paellas de cangrejos de río. Hoy día, buena parte de esas actividades se han perdido y agonizan otras. En nuestras manos queda el mantenimiento de arroyos y cauces para preservar la posibilidad de al menos un simple paseo,  junto al fluir del agua y su delicioso sonido.

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