El
cereal listo para ser cosechado o recién cosechado, es una de las
imágenes más propias y típicas de Castilla en verano y por supuesto
de Valdanzuelo. Así, podemos ver su
color oro en contraste intenso con el azul de un cielo estival en
contraste con nubes inmaculadas.
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Una
imagen de Valdanzuelo tomada desde
lo alto nos muestra los contrastes del estío. Las encinas y los chopos
verdes y lozanos, chocan con el resto de la hierba requemada y el cereal
ya cosechado en las proximidades. Al fondo la sierra y el cielo lleno de
luz a pesar de las nubes.-
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Es
verano, hace mucho calor, el bochorno propio de los momentos que
preceden a una tormenta estival. El cielo se oscurece, tal vez se
levante un viento brusco y hace rato que de lejos se oyen los truenos
aproximarse. Más vale estar a cubierto cuando empiece el espectáculo.
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En
el Páramo el horizonte es amplio,
el espacio abierto y el cielo puede contemplarse en toda su amplitud.
Otra tormenta se nos echa encima. Solo cabe correr hacia alguno de los
corrales o parapetarse tras las ruinas de la Ermita.
También podemos quedarnos y dejar que llueva para contemplarlo.
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Como
corresponde al clima continental, los inviernos son muy fríos, pero los
veranos son también muy calurosos. Un sol de justicia requema el
terreno inmisericorde y cuantas plantas lo habitan, como sucede con
estos cardos frente a la iglesia.
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Los
atardeceres ofrecen en verano una belleza inusual, sobre todo si
disponemos de una atalaya privilegiada como es la Peña del
Buitre. Sentarse allí mientras el sol se diluye en el horizonte resulta
un espectáculo casi hipnótico.
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Este
es otro de esos atardeceres maravillosos que pueden observarse desde el Llano
de la Cercona. La imagen transmite la paz, belleza y serenidad,
de la que se puede disfrutar desde este lugar elevado y mirador
privilegiado sobre Valdanzuelo y
alrededores.
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Esta
vez, el atardecer lo contemplamos desde el pueblo y sobre
la Cercona. El sol bajo en el horizonte hace evidentes las
"arrugas" del monte y sus características vetas. Además, una tormenta
amenaza con descargar sobre nosotros. Arriba se alcanzan los 1.100 metros
de altitud... |