La Fuente Vieja
Hoya
Esta es una fuente curiosa, pues podría decirse que casi está aún dentro del "casco urbano" de Valdanzuelo.
Tenemos que cruzar el puente sobre la Mostaza y coger el camino de tierra que lleva hacia Languilla.
La arboleda nos quedará a la derecha. Ya incluso antes de la Fuente Vieja existen otras fuentes a apenas unos metros de la última casa. Sin embargo, el abandono ha cubierto de vegetación frondosa y cerrada el lugar, impidiendo alcanzar y contemplar dichos manantiales.
Casi lo mismo sucede con la Fuente Vieja. No es más que un cuadrado en el suelo, construido con rudos sillares y por entre los que brota el agua. Casi el tamaño justo para coger agua con un cubo.
Al encontrarse a ras de suelo, la hierba y el resto de vegetación se ha ido apropiando del lugar-.Solo en invierno, cuando el frío se ha llevado por delante las plantas más altas, consigue verse el pequeño pozo y el agua.
Es por ello que su visión repleta de agua en verano, resulta agradable y reconfortante. Es una fuente que se inserta en un paisaje de contrastes, pues en el estío podemos contemplar el terreno requemado y agostado a su izquierda, despidiendo calor, ladera del monte que lleva a la Cruz. A su derecha en cambio, se encuentra la chopera frondosa sugiriendo frescor.
Un poco más adelante se situaba en tiempos una pequeña represa que hacía subir el nivel del agua. Ello servía para que se bajara con aquellas tablas de lavar y un balde de ropa, para con mucho esfuerzo, frío o calor, aprovechar a enjabonar y agitar la ropa hasta limpiarla y aclararla.
Hizo las veces de lavadero, que en Valdanzuelo nunca estuvo cubierto.
En la foto podemos apreciar aquel cuadrado original.
Es un lugar en definitiva, donde se encuentran diversos manantiales y donde se suman las aguas de la Mostaza, cuando fluye, al mismo cauce.
Hace años resultaba un agradable paseo el seguir esta vera. El terreno estaba llano y la sombra de los chopos acompañaba el arrullar del agua. Tras el corte de los chopos para sufragar la acometida del agua en las casas, dicho camino quedó arrasado por las máquinas y hoy luce agreste.
También se han perdido, al menos de momento, otras dos fuentes que brotaban junto al cauce. Lo seguirán haciendo pero habrían de ser descubiertas y recuperadas de entre zarzas y maleza.
La Fuente Vieja es un pequeño agujero cuadrado que no llega al metro de lado ni apenas un metro de profundidad. Sus paredes se recubrieron de sillar en un tiempo lejano y fue una fuente muy utilizada para recoger agua para beber. Anteriormente, era otro de esos manantiales que resultaba muy difícil dejar de ver brotar, situación que se ha tornado contraria pues cada vez es más fácil presenciar el agujero seco y vacío.
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